NUESTRO BLOG

Con este blog pretendemos mostrar la naturaleza como la vemos desde nuestro concepto mas natural,sin ciencia llena de tablas y numerología,simplemente desde el punto de vista del naturalista de campo que observa una vida,la contempla,la disfruta,apunta en su cuaderno,fotografía y termina su jornada sin mas pretensión que haber pasado una jornada en el medio que le llena de vida,que no es otro que la inmensidad que nos encontramos cuando campeamos.

domingo, 12 de mayo de 2013

SALIDA NOCTURNA

 SUBIENDO POR UN BARRANCO








 SEGUIMOS SUBIENDO BUSCANDO RAPACES NOCTURNAS


 LLEGAMOS A UN REFUGIO Y CENAMOS, AQUÍ YA ESTAMOS CON EL CAFÉ








 AMANECE, SOL ENTRE NUBES Y UN MAR DE NUBES POR DEBAJO DE NUESTRO NIVEL


   PETIRROJO CANTANDO


 PUESTO DE VIGILANCIA PARA CONTROLAR LOS MOVIMIENTOS DE ALGUNAS ESPECIES DE INTERÉS





 DESCUBRIMOS QUE LAS TÍPULAS COMEN CHOCOLATE AFANADAMENTE, ENGANCHADA AL CHOCOLATE NO PARABA DE COMER Y SE QUEDA COMO EMBRIAGADA.


 DESAYUNANDO


 MOSQUITERO PAPIALBO


 APROVECHANDO LOS PRIMEROS RAYOS


 ANOTAMOS EN NUESTRO CUADERNO LAS OBSERVACIONES


 MITO CON CEBA EN EL PICO


 EL COLOR DE LA PRIMAVERA DE MANIFIESTO





 PREHISTORIA


 SUBIENDO UN  BARRANCO, DEJAMOS LA NIEBLA ATRÁS


 EL MAJUELO O ESPINO ALBAR CON SUS BLANCAS FLORES NOS ACOMPAÑA DURANTE TODO EL RECORRIDO


 ALGUIEN DUDA DE LA CASA DE LA PRADERA


 COLILARGA OBSERVANDONOS


 ÁGUILA REAL EN VUELO


ÁGUILA REAL POSADA

UNA PEQUEÑA MUESTRA DEL REPORTAJE FOTOGRÁFICO QUE MIGUEL A. QUEREDA REALIZO, COMO VIENE SIENDO HABITUAL.
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Salimos con la intención de observar o escuchar rapaces nocturnas, pasaríamos la noche como en otras ocasiones o al raso con nuestro saco o en algún refugio según la marcha.
Dejamos el coche bajo una enorme peña, una pared de recto trazo y altura de vértigo en el termino de Bolulla, por barrancos escarpados y de dificulta semi-considerable fuimos subiendo hacia termino de Guadalest dirección barranco de las águilas- Aixorta. La noche estrellada sin nubes nos dejaba un profundo infinito para la imaginacion, sin nada de viento con temperatura fresquita peinando tu piel de agradable refrigerio para superar las empinadas dificultades que el terreno nos presenta.

En el camino de fuertes barrancos encontrabamos en sus cumbres mesetas de cereal para alimentar las perdices con fines cinegéticos, también perdidos florados por la época en que el campo se llena de un vivaz color difícil de descripción, ya que durante el día la luz variante se funde con la amplia gama cromática y reflejan matices que solo puede ver, el que en el lugar se encuentra ya que no pueden ser imaginables debido al cambio constante que van sufriendo según les da la luz, obvio que solo el montañero puede disfrutar de estos placenteros momentos que gratuitamente te regala la vida, si sabes verlos. También pasábamos por manchas de bosque, por bosquetes y sotos, sin dejar de olvidar el paso por monte bajo, monte de retama o leñoso que tanta vida da a nuestra fauna alada, mamifera,rectiles e insectos tan diversos como casi imposible contabilizar en nuestro recorrido con miras principalmente a los alados.

Ya fundida la noche con nuestro caminar en un barranco escuchamos al Carabo, nuestra emoción hacia que nuestro oído afinara para detectar como otro Carabo distante contestaba queriendo decir yo estoy aquí no pases a mi territorio, territorio que por otra parte estamos seguros que se solapa en una intersección para que no quede ni un solo metro de campo por rastrear por nuestras camufladas rapaces.
Son algo mas de las once de esta estrellada y apacible noche cuando un pequeño matador,el autillo, el mas pequeño de nuestras rapaces nocturnas, hace acto de presencia con su característico e inconfundible sonido, nosotros ya estábamos dando la noche por buena, ya satisfechos por detectar estas aves en un medio fielmente salvaje aun, fuera de los fueros del hombre del día a día, en un lugar que solo al que le gusta y vive esto puede estar, en lo que los civilizados dirían un medio hostil.

Seguimos nuestro camino y pensamos llegar al refugio para pasar la noche, en las inmediaciones seguimos buscando aves y pequeños mamíferos, no encontramos estos últimos pero otro carabo nos pone música a nuestros oídos y momentos después dos autillos en contestación mutua darían un concierto de trompeteo que guardándose las distancias al igual que en lo descrito para los carabos, solapan cazadero.

Disfrutamos de una agradable cena y de un mejor y siempre deseado café, que marca los tiempos, ese café en el campo, con tu taza compañera y en compañía de amigo de fatigas, el sabor de este café como el colorido de las flores alumbradas por la luz no tiene descripción, es un sabor esento del mundanal ruido contaminante del hombre ¨civilizado¨.

Nos metimos en nuestros sacos sobre las dos y media de la madrugada, a las cinco el carabo nos cantaba encima, el sonido era tan cercano que casi se podía tocar con nuestros oídos, pronto los primeros y tímidos cantos de los pajaros se convierten en una algarabía de variados tonos, los chochines y los pinzones son los mas madrugadores, compitiendo en fuerza y variedad, poco a poco se van sumando los paridos, petirrojos, roquero solitario,chovas piquirrojas y un suma y sigue en una competencia de canto que solo se puede escuchar en esta época cuando las aves están en su plenitud, en cortejos, cantos territoriales, donde el vigor de su fuerza, donde su armonía y variedad junto a los subidos tonos cromáticos que adquieren en estas fechas las aves hará que cada especie y como individuo propio siga y continué la vida en lo alto de estas vivacez montañas.

Ya fuera de nuestros sacos con un café entre las manos desayunamos y proseguimos nuestra tarea de caminar y ver, observar y escudriñar hasta el ultimo rincón que estos parajes nos ofrece, poco a poco de esta manera vamos poniendo rumbo a nuestro punto de partida, sacándole tanto provecho a la vuelta como a la ida, ya que ahora con luz disfrutaríamos de otra percepción distinta a la noche, de otra fauna y otros colores como hemos descrito anteriormente.

Variadas plantas,insectos y aves nos encontramos en el camino, pero otra semana mas la suerte nos acompaña y vemos una fuerte alarma de chovas y un cuervo graznar, una joven águila real es intimidada por las chovas, esta no se deja intimidar y haciendo gala de su majestuoso vuelo nos deleita con pasadas que nos deja ensimismados, con los ojos pegados a nuestros prismáticos, el corazón rezumba en nuestros oídos y esta ave decide posarse en lo alto de una peña, mostrándonos su porte, su poderío que para nosotros nos da la valía como colofon final a nuestra salida.

AVES AVISTADAS:

Perdiz, roquero solitario, pinzon c., herrerilo capuchino, chochin, vencejo c., chova piquirroja, pardillo, carbonero c., mosquitero papialbo, murcielago orejudo, mito, verdecillo, agatador, colirrojo tizon, cernicalo, torcaces, tarabilla comun, gorrion chillon, mirlo, ruiseñor c., cuervo, aguila real.

OIDAS:

Carabo, autillo.
Alguna curruca que no fue vista y por el canto no se pudo identificar.


Miguel A. Quereda y J.Alcaraz.



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