CERNICALOS EN APRENDIZAJE Y SIERRA CORTINA

FOTOS:    MIGUEL ANGEL



CERNICALOS EN APRENDIZAJE y SIERRA CORTINA

Cimera de sierra cortina, Miguel Ángel y yo caminamos por esta sierra maltratada por el ladrillo a pie de monte, Benidorm de fondo y urbanizaciones presionando esta sierra que tanta fauna alada cobija en sus alturas, mientras pie de monte esta muerto y enterrado en ladrillo.
En la altura sensación de vida salvaje, las perdices escasas, parecen ser de vuelo largo en lo abrupto del paisaje donde su canto resuena, las cogujadas en cortejo y cría funden sonidos de silbidos y gorjeos con el suave viento que peina el espartal, el conejo debe ser uno de las principales presas de la rapaz más notable de la zona, la perdicera tan perjudicada, sufre con agresiones directas e indirectas.
Desde lo alto observamos una pared, donde los vencejos reales los vemos desde arriba, con su característico chirriar, se mueven por encima del pinar que cubre la ondanada, en pleno proceso de cría no son muchos los volátiles que se entrecruzan, imaginamos que las hembras en periodo de incubación están asumiendo su responsabilidad para que los futuros vencejos reales salgan adelante.
Desde lo alto de la pared observamos como una pareja de cernícalos con sus dos pollos en actitud de educandos son sometidos por los padres a forzados picados, el macho domina la parte más alta, parece dominar los espacios más comprometidos de los nuevos volantones, la hembra juega como lo haría cualquier madre, el padre protegiendo, no se alejan lo mas mínimo de la pared del farallón donde nacieron y las secuencias de sus primeros días fuera del nido empiezan a ser un continuo. El juego consiste en vuelos con subidas y bajadas con llamadas juveniles y replicas de los adultos, a veces el macho reposa en lo alto de una roca e inmediatamente un pollo le hacizaña para hacerlo saltar pidiéndole que sigua en el juego. Incansables las juguetonas rapaces somos sorprendidos por otro macho, un joven del año anterior que también parece convivir en la pared, no entra en juego directo con la pareja y sus pollos pero no es expulsado agresivamente, tan solo el macho quizás su padre de el año anterior lo intimida de forma tenue, este permanece en el lugar y de cuando en cuando entra en una oquedad a escasos metros del nido familiar.
Sobre las 20:10 horas los pollos y la hembra se refugian en el viejo nido donde pasaron sus primeros días de vida hasta que lograron emprender el vuelo, el macho por su parte se queda encima del nido en un saliente.
El joven macho también ha decidido ponerse a cubierto a escasos metros del viejo cubil donde probablemente naciera el año anterior y desde donde ve a sus hermanos destetarse.
Nosotros ya con la luz acostándose por el oeste, atravesamos el matorral hasta llegar al camino terroso y pedregoso contando historias que guardamos en el recuerdo y afloran en momentos donde el camino y la amistad se funden.