Retrocedamos en el tiempo, recuerdo en los años de mi niñez, allá por los años 75 del siglo pasado, cuando los campos de España se veían nutridos de este pequeño serinus, recuerdo los bandos de centenares de ejemplares saliendo de los campos enmoquetados de rabaniza, planta que en sus bainas contienen las semillas que deleitaba a estos vigorosos cantores.
Como tantos otros pájaros van mermando su número a un ritmo que da escalofrío, podríamos ofrecer una lista tan grande como aves existen, por nombrar alguna, pondría el abejaruco que tanto color daban a nuestros campos, con su inconfundible trino, que llenaban los taludes de vida.
Cada día que salgo al campo vuelvo mas triste, pues en mi mente perdura el recuerdo de lo que fue una España que quizás no era tan europea, no era tan moderna pero tenia una vida que nunca mas volveremos a ver, solo el recuerdo, la nostalgia y las tertulias con los compañeros de campeo de la época, pueden apaliar la sed de volver atrás.
Macho verdecillo
Hembra
Como tantos otros pájaros van mermando su número a un ritmo que da escalofrío, podríamos ofrecer una lista tan grande como aves existen, por nombrar alguna, pondría el abejaruco que tanto color daban a nuestros campos, con su inconfundible trino, que llenaban los taludes de vida.
Cada día que salgo al campo vuelvo mas triste, pues en mi mente perdura el recuerdo de lo que fue una España que quizás no era tan europea, no era tan moderna pero tenia una vida que nunca mas volveremos a ver, solo el recuerdo, la nostalgia y las tertulias con los compañeros de campeo de la época, pueden apaliar la sed de volver atrás.
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