VOLVEMOS A TIERRAS GRANADINAS 26-27-28/04/2024
Fotos y texto: Ornialcaraz
En un viaje casi improvisado volvemos a tierras granadinas, con amenaza de lluvia decidimos encauzar nuestro destino a estas históricas tierras.
En algunos de los pueblos nos encontramos sus fiestas de moros y cristianos, rememorando la importancia de estos pueblos en aquella epoca.
Como en otras ocasiones nuestra intención es la avifauna, la rica avifauna en un mosaico de paisajes de gran belleza, fuera del monocultivo tan propicio en algunas zonas del sur peninsular.
Las extensas tierras que perdemos a la vista, en nuestro recorrido observamos como intercalan almendros, olivos, cereal, empieza el pistacho, pequeñas dehesas de quercus, con carrasca, chaparras, sobre pasto, monte bajo con arbolado disperso de pino y carrasca principalmente y bosque mixto, bosque mediterráneo rico en arbolado dando frondosidad al sistema.
Las ultimas lluvias y nevada han hecho un efecto muy positivo en el verdor general de la zona, viéndose un paisaje verde vivo, sus ríos Guadiana menor y rio Castril transcurren con abundante caudal, el pantano del Negratín muestra un acumulo excelente del estimado liquido.
En la tarde del viernes en las Almontaras visitamos la zona donde solemos observar al buitre leonado, en esta ocasion un conteo con estima de unos 60 y una pareja de milano negro, en esta pedanía de Castril con una bonita vega de cultivo de ribera, un caudaloso rio, la vida emerge, los pinzones, jilgueros, gorriones, estorninos, verderones, pardillos, alcaudones c, verdecillos..... algunas polladas destetadas forman un algarabío primaveral resonando al unisonó en los receptores auditivos del ornitólogo.
En los abiertos campos las parejas de las cogujada común que tanto me interesan, los cernícalos c, córvidos, van llamando nuestra atención.
Sábado 5:30 salimos de las Almontaras hacia Sierra de Baza, un aguardo del proyecto sierra de Baza, gran trabajo asumen en este proyecto, buena gestión que venimos observando en esta cuidada sierra, una gestión sostenible siempre como observadores externos, desconocemos la integridad de la misma, en nuestros recorridos por estos parajes tenemos una grata sensación.
Con un día plomizo amenazante de lluvia, algo de aire, pero algún rayo de sol que se colaba entre el cada vez mas negro cielo, enclavados en el bosque la fotografía no era el principal factor, la observación y la variedad de aves que nos visitaban, en un principio no parecía que tuviese el lugar mucho movimiento, pero como suele ser habitual las aves se mueven por franjas horarias, por lo que por momentos acuden un numero de ejemplares y variedad, y en otros el café, frutos secos, galletas... combatían el tiempo. Entre las 9:30 las 11:00 tuvimos la mayor presencia de aves, sobre las 12:20 nos marchamos, el oscuro ambiente era cada vez mas evidente, la amenaza de agua procedente de las nubes y las aves que habían decidido mantenerse al margen, ya no hacían acto de presencia, salvo algún ejemplar huidizo.
No esperaba ver en esta ocasion al mirlo capiblanco, pero nos visitan dos insólitos ejemplares muy madrugadores e únicos, carbonero c, carbonero garrapinos, piquituerto, pinzón c, mirlo c, verdecillo, reyezuelo, zorzal, los siempre avispados arrendajos, agateador, curruca rabilarga, trepador azul, mito, paloma torcaz, escribano montesino, herrerillo capuchino....una ardilla decide saciar la sed.
Con un aroma vegetal invadido de humedad en el ambiente dejamos el paraje dirección a las Almontaras, nuestra sorpresa estuvo en la imagen que pudimos contemplar en vivo, a tan solo unos 20 metros de nosotros, lo mas insólito que he vivido, circulábamos por una carretera, despacio observando las aves que en estos ecosistemas convivían, un águila real en lo alto llamo mi atención, de repente desciende a gran velocidad, se nos echaba encima, le digo a mi compañero, Jordi mira una real, estaba ya a una distancia surrealista, a escasos metros coincidiendo en el lugar en que nos encontrábamos, saca sus tren de aterrizaje, patas erguidas hacia delante sobre una presa que no vimos por un pequeño montículo, que suponemos que podría ser un lagomorfo, la distancia entre nosotros y el ave, no seria superior a diez, quince metros, el comentario de Jordi fue Jose le he visto hasta las uñas y así era, por momentos nuestra perplejidad fue absoluta, durante mucho espacio de tiempo en nuestras mentes y comentarios solo era la asombrosa vivencia, dimos la vuelta mas adelante, cuando se pudo, pero al paso por el lugar no tuvimos al ave.
Por la tarde fuimos a la cerrada del rio Castril, cerrada con pasarela con las que yo estoy en desacuerdo, como la mayoría de estas ya son de pago, pero mi desacuerdo es con pago o sin pago, en esta ocasion fui a petición de mi compañero que quería mostrarme un lugar de su infancia. (No era mi devoción pero accedí)
Estas cerradas pensadas en el turismo no sostenible, perturban lo mas profundo de la naturaleza donde el humano en condiciones normales no entraría, el paso de personas y todo lo que conlleva donde el humano en forma de turismo pone sus pies, es una autentica desgracia para la mas pura naturaleza, prefiero no ver lo que existe en esos cañones, entre paredes regadas por un cauces rico en caudal, que ver la degradación y el paso continuo de personas de turismo que van a ver por que esta ahí entre las posibles ofertas.
El domingo sobre las 7:00 estábamos tomando café en un bar de camino al rio Castril, con el objetivo de intentar fotografiar al mirlo acuático, que en otra ocasion ya lo intentamos, pero el día no era esperanzador, encapotado estaba el cielo que no parecía dar tregua para la fotografía, pero montamos los aguardos portátiles (hide), el mirlo se nos presento muy temprano en una sola ocasion a distancia optima cuando la luz era tan tenue y mermada que disparas por defecto, pero lo veíamos en numerosas veces, en la distancia, observábamos como actuaba, nos complació en la distancia.
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