NUESTRO BLOG

Con este blog pretendemos mostrar la naturaleza como la vemos desde nuestro concepto mas natural,sin ciencia llena de tablas y numerología,simplemente desde el punto de vista del naturalista de campo que observa una vida,la contempla,la disfruta,apunta en su cuaderno,fotografía y termina su jornada sin mas pretensión que haber pasado una jornada en el medio que le llena de vida,que no es otro que la inmensidad que nos encontramos cuando campeamos.

miércoles, 6 de diciembre de 2023

TIERRA Y ALAS (ORNIALCARAZ y ELCULLEROTJG) EN TIERRAS GRANADINAS

 


Uno del doce del veintitrés en esta ocasion Tierra y Alas se desplaza a tierras andaluzas, por la campiña de Castril y sierra de Baza, con el propósito  de campear, de observar y fijar  localizaciones para futuras incursiones por los parajes de estas extensas tierras.

Viernes tarde, avituallamiento de víveres para  partir dirección  a nuestro destino, entre los que no puede faltar sobres de sopa y café para soportar las gélidas noches  y no menos las mañanas.

En la furgoneta dispuesta con colchón  hinchable, nuestros sacos de dormir, hornillo y todos los bártulos como en el argot suele decirse vamos camino donde la noche se nos echa encima, llegamos a los Inodoros en el triangulo las Amontaras y fuente vera, donde pasamos la noche, una gélida noche que nos fue algo mas reconfortable gracias a las tazas calientes de sopa y café, los frutos secos, queso, chocolate y toda alimentación energética suponía un combativo para el frio que nos aguardaba.

Siete treinta del sábado, tomando un café en un bar de carretera, mañana mas que fresca, podríamos decir que los grados del termómetro rondan los parámetros mas cercanos al cero.

Nos dirigimos al rio Castril en busca del mirlo acuático, que teníamos constancia certera que estaba en el lugar, mi compañero Jordi lo tenia observado, en otra ocasion.

No se hizo esperar su presencia, donde vimos y dialogamos con tres fotógrafos de Granada, que tenían montados tres aguardos, en el lugar que normalmente lo han fotografiado.

Nosotros rio abajo montamos un improvisado aguardo pero con red de camuflaje con el fin de observar movimientos, ya que desconocíamos la tendencia y al parecer estaba marcado en el lugar donde los compañeros fotógrafos manejaban la situación. Lo vimos pasar cuatro veces rio abajo de donde nos encontrábamos, en un rio limpio con aguas gélidas, observamos como nuestro mirlo se sumergía en busca de su codiciado alimento.

No se observaban otras aves por este cauce de caudal poco profundo pero rápido, alguna lavandera cascadeña, algún mosquitero común supuestamente, pinzón vulgar y poco mas que a la vista observamos, que probablemente serán muchas las aves que este agreste paraje alberge. 




JORDI                               ALCARAZ


Sobre las doce y media pasadas dejábamos el cauce para dirigirnos a la campiña de Castril, las grandes extensiones de almendros de secano con suelo pedregoso dominan, algunos cultivos de olivar, tierras roturadas para el cereal y fincas de pistachos jóvenes, tendencia al alza, comprende esta tierra.

Si bien siendo el almendro un árbol caducifolio da la sensación invernal, peinados por el gélido aire de sierra nevada, hacemos un alto buscando rayos de sol para comer.

La tarde corta y aun mas fresca, reavivado por el aire, que no es fuerte, simplemente presencial nos lleva a notar en la estación que nos encontramos; en la continuación por la basta tierra de piedra y caminos terrosos, observamos algunas cornejas en medio de los campos, en la lejanía un grupo de unos diez milanos reales en los almendros se encuentran posados, alguna urraca, pardillos pocos, la confiadas cogujada común en pareja, siempre que que no intentes fotografiarla, tan solo te ve la intención se desplaza lo suficiente, tuvimos la tarde amenizada por un cernícalo que el hambre le hacia hacer numerosos intentos de caza, con picados acrobáticos y fallidos, tras cernirse en prolongado tiempo, por mucho que estemos habituados a esta imagen tan común creo que siempre produce admiración hacia este pequeño falcónido, este pequeño cazador alado tan beneficioso para el campo. 

Los luganos, hoy jilguero lugano, ya avanzada la tarde estaban encogidos, con su plumaje hinchado, aguardando el calor, la temperatura bajaba de forma no gradual, ya se preveía que la noche prometía estar mas cercano a bajo cero.

                     






Cayendo la tarde dejamos los campos de Castril y camino a sierra de Baza para pasar la noche, donde emprenderemos un nuevo día ornitológico, caída la noche el frio era ya muy intenso, bajo cero, aparcados entre pinos, pusimos en un lugar una cámara fototrampeo sobre las nueve de la noche, y a cenar, para luego internarnos en nuestros sacos.



    
                   

Pasamos la muy gélida noche, el frio intenso que notábamos, tres, cuatro bajo cero, hacia que cualquier parte del cuerpo que no tuvieses tapado sintieses la sensación de congelación,  llego la hora de levantarse, siete de la mañana, costaba salir del saco, pero no había mas remedio, el frio fuera era casi insoportable, nos fuimos a ver la cámara fototrampeo, cámara que cuando dejamos era color verde camuflaje y cuando la recogimos era totalmente blanca, no quedaba nada de ella que no fuese blanco de escarcha, sobre las veintitrés y treinta  y cinco la cámara disparo e hizo un video que no se vio nada debido al escarchamiento de la lente.
    
En el aguardo fijo, lo encontramos todo blanco como si hubiese nevado, con la charca de unos cuatro metros por tres, y unos treinta centímetros de profundidad en el centro, estaba totalmente congelada, con la ayuda de un palo robusto logramos romper los cristales de hielo, no tardo ni un cuarto de hora en unificarse, algún pájaro acudió pero solo pudo beber en algún mini hueco que aun quedaba que no tardo en cerrarse, pocos eran las aves que acudían, sobre las diez aprovechando que no acudían aves, rompimos otra vez el hielo, que no tardo en unificarse, las pocas aves que venían caminaban por encima del hielo, buscando alguna fisura, sobre las once rompimos otra vez el hielo, mas por lo que suponía ver la aves en su búsqueda del liquido elemento de la vida que por la fotografía que estaba abocada al fracaso, ya que la luz pésima, no entraba luz, algún rayo de sol que no lograba deshacer ni la helada escarcha que todo lo cubría. 
Sobre las doce y media decidimos irnos quedándose la charca aun congelada, pocas las aves que acudían.
Entre las aves que acudieron un bando de una veinte palomas torcaces que caminaban por el hielo buscando donde beber, un arrendajo acudió pero no estuvo mas de unos segundos, algún zorzal, un mirlo capiblanco, algún mirlo común, un escribano montesino, un petirrojo, un lugano y un par de piquituerto.

Las fotografías en general poco definidas pero interesante ver como las aves se mueven en un ambiente tan gélido, en un bosque que sabemos que mantiene una fauna alada importante, aun que en esta ocasion las circunstancias y la época no han sido fructíferas.


Paloma torcaz sobre las once y media, primer rayo de sol, caminando sobre el hielo



Zorzal liquen aun escarchado sobre las once treinta


 Piquituerto buscando agua, caminando sobre el hielo, algo mas de las once


 Petirrojo a las diez cuarenta y cinco, todo escarchado


Lamina del agua cuando nos íbamos a las doce treinta y cinco


                Lugano ultima foto de la mañana justo antes de salir para irnos, doce treinta