pincha en la foto si deseas ver la cantidad de aporte de rama de pino al nido.
Me relata mi buen amigo Toni zaragozi, el momento vivido con emoción y lo cierto es que por muchas veces que hayas vivido estos momentos, siempre te impregnas de un cierto nerviosismo, parece que todo es nuevo para ti, tu estas siendo testigo ocular de un proceso de perpetuación de una especie escasa, de un valor faunístico importantísimo, como saca sus pollos adelante ante lo hostil, ante la dificultad cada día mayor, pero esta pancha blanca, después de unos cinco años de no criar en la vieja cárcava, en el cortado que darán sus primeros vuelos sus pollos, lo hace.
Aun recuerdo el ultimo año que crio en el lugar, en la misma plataforma, como los pollos ya volanderos ejecutaban sus primeros torpes vuelos, regresaban al nido, casi mas estampándose torpemente en la cercanía, llegaban al nido trepando con sus ya fuertes garras, adaptadas para el medio y como no, para sus primeros pasos de segar la vida a alguna perdiz, conejo o lo que su fina vista le presente.
No describo el lugar, para no dar pistas que pueda llegar a molestar a esta bellísima rapaz, no se trata de fotografiarla desde el punto de vista fotográfico, solo de un testimonio, respetando el espacio de incertidumbre entre el ave, entre el nido y el naturalista, solo y solamente así debe ser, no vale una gran foto si molestas y pones en peligro este fotograma vivo que presencian tus ojos.
Me relata T.zaragozi:
Todavía tiemblo de la emoción, me he enrollado con la tela y solo salía el télex, entre las 17:30 y las 18:00 ha llegado, ha valido la pena la espera y el sudor.
Nada más salir la veo entrar y dos preciosos pollos blancos se levantan al ver la hembra en el nido con el buche lleno.
A pesar de ser un 13 un gran día para mí.
Este relato de Toni pone de manifiesto lo que siente un ornitólogo aun siendo muy experimentado como es el caso.
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