Fernando con aguila real
Jose Alcaraz hijo con aguila real y el maestro cetrero
buitre leonado
buitre leonado en vuelo
La cetrería arte milenario, no cabe duda que en la antigüedad era un status social, pero hoy en día podemos definir la cetrería como pasión y sentimiento profundo para una serie de cetreros que dan continuidad a la vieja cetrería, a la cetrería de antaño, pero también hoy día tenemos la cetrería hobby, la moda, esto complica la versión del cetrero, del buen maestro cetrero, del cetrero de toda la vida, del apasionado de este arte de conexión entre el pájaro y el hombre.
Las reglas del buen cetrero pasan por el respeto a la naturaleza, dignidad en el trato a las aves que permanecen cautivas, que no cabe duda que los buenos cetreros, los cetreros de la vieja escuela de la vida cetrera llevaran a raja tabla, en el contexto más amplio de todo lo que abarca este mundo de sabiduría y conocimiento de las aves de presa.
Sin embargo el cetrero debe haber cambiado algunos hábitos , dejando atrás viejas tradiciones que hoy día son ilegales, que no deben tener continuidad, estos no son otros que los expolios de nidos, las capturas de pollos jóvenes o adultos, no hay escusa alguna para este acto, hoy día los cetreros disponen de aves nacidas en cautividad, regladas, que dan otro aliciente a este mundo apasionante, ya no solo es el arte de la cetrería, tenemos la reproducción que con las nuevas técnicas están produciendo un gran número de ejemplares que dan continuidad a este viejo arte sin necesidad de atentar contra nuestras queridas y escasas cada vez más las rapaces, que en otros tiempos estuvieron catalogadas por rapiñas, alimañas por la ignorancia del todo poderoso hombre.
Posiblemente desde el punto más ecologista, desde el extremismo más radical no entiendan esta postura, esta forma de ver las cosas, no voy a cuestionar el tema, yo conozco y he conocido cetreros y este apasionante mundo que a mí personalmente me embarga una parte de mis sentimientos, ya que sin practicarlo me siento cetrero, desde la nostalgia de los viejos libros de cetrería, desde los programas del más grande naturalista nuestro querido e inolvidable Félix Rodríguez de la Fuente.
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